Lo que una señorita de la burguesía bohemia debe saber al alcanzar su mayoría de edad

Ya estaba tardando: ha sido esta semana cuando he aprendido a hacer maki (¿plural "makis"?). Maki de salmón ahumado con aguacate, maki de cangrejillo de ese falso (surimi) con zanahoria y/o aguacate, maki de salmón ahumado con cangrejillo falso y zanahoria y aguacate... las posibilidades son como en octavo de básica: variaciones y permutaciones de 4 elementos tomados de 2, 3 o 4 en 2, 3 o 4. Y como quien más quien menos ha recibido en las dos últimas navidades o cumpleaños unos bonitos palillos, un bonito bol japonés o unos platos cuadrados y negros brillantes, pues ya tiene todo el kit sushi listo, que sería bien feo comerse los ricos maki en un plato Arcopal de cenefa floreada.

Pero algo en mi interior me dice que he llegado a todo esto con retraso, que ahora el must es saber hacer cocina regionalota en recipiente de barro, y que ya podemos ir dándole a la Beneficencia los platos lacados y los boles negros por fuera-rojos por dentro que con tanto orgullo BoBo lucíamos en nuestras vitrinas.