miércoles, agosto 30, 2006

Raiders of the lost buttermilk

A riesgo de perder los aproximadamente 50 lectores diarios de su blog, Gachas vuelve a insistir con el tema karnemelk. Habíamos quedado en que en Madrid, ciudad donde durante no mucho tiempo más (je, je) vive Gachas, no hay forma humana de encontrar karnemelk, ¿sí? (para lectores que se incorporan hoy al blog). Pues bien, Gachas no ceja en su empeño y por fin hoy ha dado con un sucedáneo de karnemelk: el laban, comercializado por la central lechera Los Combos para la comunidad árabe en España (el nombre del producto aparece en ambas lenguas). El laban es leche desnatada con fermentos lácticos: una especie de yogur, paentendernos. El laban NO es karnemelk, a Gachas no le dan gato por karnemelk, pero al menos ha encontrado algo entre leche-yogur líquido y cuajada que puede hacer las funciones, como las haría en el extranjero un sobrecillo de serrano a falta de uno de ibérico (aunque sea paletilla). Gachas está semicontenta hoy por esta razón.

jueves, agosto 24, 2006

Gachas rima con cuca...

Sí, no quería asumirlo pero es así: Gachas padece de feas cucarachas en el hogar. Han venido en mayo de 2006. Años ha apareció algún cadáver cerca de la bañera o en la cocina, pero este verano Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres de cucarachas chez Gachas: entre San Isidro y La Paloma ha visto (e intentado aniquilar) unas 12 ó 14.

Sí, los cepos que hacen que se envenenen, vuelvan al nido y allí maten a sus compis Gachas los tiene. Otros años parecían funcionar, este año no. El interiorismo en lo de Gachas está lleno de cuadraditos negros antiestéticos que ni siquiera sirven para erradicar la plaga. Gachas se plantea desinsectar.

En otro orden de cosas (cosas lácteas), Gachas, gracias a la ayuda del experto en quesos riojano R. P., ha encontrado un lugar en la península donde fabrican karnemelk (y además así la llaman). Está en el País Vasco, es un caserío-me-fío con página web y todo (www.lastur.net ). En concreto deben de estar en la provincia de Guipúzcoa, en la localidad llamada Itziar.
Toda esta información de poco le sirve a Gachas; los chicos de lastur no son un tele-karnemelk: por mucho que a Gachas le dé el apretón, ellos no van a ir con su vespino a hacerle entrega de un brik a domicilio. Ni siquiera puede Gachas pagar contra reembolso el envío de 5 litros de la rica leche acidófila: esas son las desventajas de los bienes perecederos. Sob, sob.

lunes, agosto 21, 2006

Mercado Común

Gachas está en Holanda en estos momentos, disfrutando de una conexión wifi robada (o quizá, al tratarse de este abierto país, puesta a disposición de la comunidad para su uso y disfrute). Gachas está entre tristísima y alegrísima: pasado mañana se vuelve a Ejpaña (pero ese no es el motivo de la alegría) y fue ayer domingo cuando hizo el gran descubrimiento del viaje: la karnemelk, una leche como ácida, como si fuese yogur de verdad liquidísimo sin azucar ni nada, como el yogur salado para beber de los restaurantes árabes pero sin sal. La karnemelk tiene menos calorías que la melk convencional (60 calorías por vaso de 200 cl.) y ofrece un sinfin de posibilidades (que si azucararla, que si salarla, que si ponerle fruta y batirla etc.).
Buscando en google "karnemelk + leche" (para que salgan páginas en castellano) Gachas ha dado con varias traducciones de este increible producto de la vaca y del hombre a partes iguales, a saber: suero de manteca (¡puaj!); leche acidófila o suero de leche. Los internautas de habla hispana parecen detestar todos la exquisita e incomparable karnemelk: la mayoría de las veces que figura el término es seguido de un warning: no probar, asco, horror, no compréis el brick con letras rojas que pone "karnemelk" etc. Ellos se lo pierden.

Gachas se visualiza en España llamando a todas las puertas de los caseríos de la cornisa cantábrica preguntándole a la Estíbaliz o Covadonga de turno si le vendería unos litritos de esa leche como agria tan rica. O, si me apuran, llamando a la embajada de los Países Bajos en Madrid y preguntándoles cómo hacen ellos para conseguir karnemelk de contrabando. Pago lo que sea.

martes, agosto 15, 2006

Qué pasó con

A Gachas le gusta toparse con el presente de seres de su pasado, de compañeras de colegio (sí, Gachas no iba a cole mixto) que ahora son cosas tan terroríficas como concejalas del PP en Colmenarejo (C. L., que parecía tan rebelde en la adolescencia, ocupa ese cargo). El otro día Gachas, ojeando el TELVA (sí, en consulta de dentista, peluquería o similar: lo típico), se dio de bruces con la antiguamente traviesa P. R., a la sazón flamante ganadora del concurso de cocina TELVA de este año con su Tarta fría de mermelada de tomate y queso Idiazábal con puerros y berenjenas (Mejor tarta salada del curso de técnicas básicas).

Gachas se ríe de lo pijas que son sus ex-compañeras de colegio, pero pagaría hasta 8 euros por una ración de tarta fría de mermelada de tomate y queso Idiazábal con puerros y berenjenas, y entonces serían ellas (o P.R., al menos) quienes reirían las últimas.

martes, agosto 08, 2006

Gachas yonqui pur

Gachas tiene un problemilla de adicción aún no tipificado en los centros de apoyo de los ayuntamientos: consiste en sacarse compulsivamente nuevas direcciones de e-mail que jamás, pero jamás va a usar. Tiene en su haber más de 20, muchas de ellas ya desactivadas porque ella misma no entra (¿para qué va a entrar, si no se las da a nadie? ¿a leer meramente el spam?) y el sistema las destruye pasado un tiempo prudencial.

Gachas fantasea con la idea de tener cada semana una dirección de mail. Se prueba las direcciones como quien se prueba camisetas o collares: ¿qué tal me queda esta?, ¿y esta otra? Así, tiene una que empieza por lamadredelospanero@ etc, otra nesgadol@ etc. ; otra gachas_at_tiffanys@ lo que sea; otra rancioabolengo@ noséqué, y así miles y miles, con sus contraseñas que después olvida, con sus preguntas secretas ("¿cuál era el middle name de su bisabuela?"; "¿cuál es el número de su tarjeta de viajero frecuente?", todas de esa índole) y sus acepto las condiciones.

Pero la fantasía mayor de Gachas es darle a cada amigo/conocido una de esas direcciones y así olvidarse una vez por todas de tener que crear las carpetitas amarillas con los mensajes de cada uno. Un Giga por amigo, sí señor.

viernes, agosto 04, 2006

Gachas gesticula

Esta tarde-noche, dentro de Los Veranos de la Villa, Gachas and friends han ido a ver Elizabeth I, espectáculo del vetusto Lindsay Kemp y sus mariachis que recreaba la vida de la polémica reina inglesa. Gachas, que lamentablemente no tiene ni idea de historia de ningún sitio, sólo sabía de esa queen que era virgen y que algo rarito le pasaba en cuestiones de género (ahora se diría así). Mediante el espectáculo, de poco más se enteró: era casi todo mimo, disciplina artística que Gachas había quedado en que detestaba tanto o más que el arte payasil (véase viejo post sobre payasos).

Gachas se fijó mucho en la géstica de los actores, tanto que pudo reconocer (y por tanto cree ser capaz de imitar ahora) los siguientes mensajes gestuales: "oh, estoy consternada"; "¿Quién anda ahí?"; "Dios mío, voy a enloquecer" y "¡Guardias, llévensela!". Gachas se ve perfectamente preparada para sustituir a Paola Dominguín (sí) en la compañía de Mr. Kemp.

El espectáculo le trajo a la memoria una escena en que los padres de Gachas, cuando ésta tenía unos 9 o 10 años, le contaron que habían ido a ver una obra de teatro sobre la citada reina en la que al final, oh, la monarca se quedaba en bolas y resultaba ser ¡un hombre! Los papás de Gachas sentían una mezcla de azoramiento y morbo muy candorosa al relatar el suceso del actor en escena mostrando su pene fláccido (digo yo) (dice Gachas). Tengan en cuenta que era la plena España de Calvo-Sotelo, en el 80 u 81 más o menos.